EL BARROCO
ASPECTOS POLÍTICOS,
ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES
El
siglo XVII fue para España un período de grave crisis política, militar,
económica y social que terminó por convertir el Imperio Español en una potencia
de segundo rango dentro de Europa. Los gobernantes despilfarraron las riquezas
que venían de las colonias americanas en lujos cortesanos y guerras en Europa.
Llamamos Barroco a este siglo XVII
lleno de contrates ya que, en una época caracterizada por la decadencia
política y económica, se desarrolla el periodo más espléndido de las letras y
las artes españolas.
Tras
el reinado del poderoso Felipe II, el trono español fue ocupado por los
llamados Austrias menores:
-
Felipe III
(reinó de 1598 a 1621)’n
-
Felipe IV
(reinó de 1621 a 1665)
-
Carlos II
(reinó de 1665-1700)
La
monarquía de este periodo se caracteriza por el autoritarismo y la cesión de poder del rey a ministros de confianza o válidos, los cuales ejercían gran influencia sobre el monarca y
eran responsables de importantes decisiones políticas. Destacaron el duque de
Lerma (válido de Felipe III) y el conde-duque de Olivares (válido de Felipe
IV).
REINADO
DE FELIPE III (1598-1621): El rey dejó su gobierno en manos del duque de
Lerma. En política exterior, el duque de
Lerma adoptó una política pacifista y logró acabar con todos los conflictos
heredados del reinado de Felipe II. Sin embargo, hubo gran corrupción política,
el válido y los suyos se enriquecieron de forma escandalosa. Se dio una
devaluación de la moneda porque el rey no quería aumentar los impuestos. La
crisis era tan grande que cuando el rey subió al poder ya se debía la renta de
los cuatro años siguientes. En política interior, la crisis no fue menos
importante. El duque de Lerma procedió a la expulsión de los moriscos (1609),
con lo que se arruinaron las tierras de regadío del litoral levantino, y
permitió la generalización de la corrupción administrativa.
REINADO
DE FELIPE IV (1621-1665): El válido que gobernaba era el Conde Duque de
Olivares. Éste involucró de lleno a España en la Guerra de los Treinta Años
(1618), en la que España sufrió graves derrotas militares. En 1648, se firmó la
Paz de Westfalia y en 1659 la Paz de los Pirineos, por estos tratados España
reconoció la independencia de las Provincias Unidas (parte de los Países Bajos)
y cedió el Rosellón. La política centralista del conde-duque de Olivares
provocó numerosas sublevaciones en Cataluña, Portugal, Andalucía, Nápoles y
Sicilia. La rebelión catalana fue sofocada el año 1652, mientras que la
sublevación portuguesa desembocó en la independencia de ese país (1668).
REINADO DE CARLOS II (1665-1700): Regencia de Mariana de
Austria. Durante la segunda mitad del siglo, Francia aprovechó la debilidad
militar española y ejerció una continua presión expansionista sobre los
territorios europeos regidos por Carlos II. Como consecuencia de esta presión,
la Corona española perdió buena parte de sus posesiones en Europa, de modo que
a principios del siglo XVIII el Imperio español en Europa estaba totalmente
liquidado. Como el rey tenía graves trastornos psíquicos y no podía tener
hijos, las potencias europeas se disputaron el trono de España en la Guerra de
sucesión. Lo conseguirá Francia instaurando su dinastía: los Borbones.
En el siglo XVII España sufrió una grave
crisis demográfica, consecuencia de la expulsión de los casi 300.000 moriscos y
de la mortalidad provocada por las continuas guerras, el hambre y la peste. La
sociedad española del XVII era una sociedad escindida: la nobleza y el clero
conservaron tierras y privilegios, mientras que los campesinos sufrieron en
todo su rigor la crisis económica. Fuerte contraste entre el gran
empobrecimiento del pueblo y el lujo de la corte.
La
nobleza continúo como clase improductiva y ociosa, que vivía en el lujo y el
despilfarro, y gozaba de múltiples privilegios. La corrupción y la inmoralidad
cundieron entre los grupos de poder. La corte, al margen de lo que sucedía, se
entregaba a las intrigas palaciegas y, sobre todo, a las fiestas, los gastos y
la ostentación. Era una clase inoperante, concentraba la riqueza pero no la invertía
en industria. La burguesía no tenía suficiente dinero para invertir.
La
miseria en el campo arrastró a muchos campesinos hacia las ciudades, donde
esperaban mejorar su calidad de vida; pero en las ciudades se vieron abarcados
al ejercicio de la mendicidad cuando no directamente a la delincuencia.
Por
otra parte, la jerarquización y el conservadurismo social dificultaban el paso
de un estamento a otro y sólo algunos burgueses lograron acceder a la nobleza.
La única posibilidad que se ofrecía al estado llano para obtener los beneficios
que la sociedad estamental concedía a los estamentos privilegiados era pasar a
engrosar las filas del clero.
Este
hecho, unido al clima de fervor religioso, trajo como consecuencia que durante
el siglo XVII se duplicara el número de eclesiásticos en España. Además la
monarquía garantizó la aplicación de los principios de la Contrarreforma,
difundidos a través de las universidades y colegios, de la predicación y de la
edición de libros.
La
Inquisición controlaba las manifestaciones culturales y los valores religiosos impregnaron el arte de
la época. Hubieron fuertes subidas de impuestos que pronunciaron más si cabe la
miseria entre la población.
Los
principios católicos de la Contrarreforma influyeron de forma notable las
manifestaciones culturales de la época. Durante este periodo, la monarquía y
los grupos privilegiados (nobleza y clero), se dedicaron al fomento de
actividades artísticas, es decir, a la práctica del mecenazgo.
La
cultura oficial se hallaba en manos de las universidades y colegios, sin
embargo, como la mayoría de la población era analfabeta, la información se
trasmitía oral y visualmente. Esta circunstancia explica el auge de la
enseñanza religiosa por medio de sermones, de las imágenes y de las fiestas.
La
cultura barroca aparece marcada por dos fenómenos destacables:
-
Tendencia al espectáculo. Se evidencia sobre
todo en las fiestas, pero también en la
vida pública, en los rituales de la corte, en las ceremonias religiosas y en
las procesiones.
-
Auge del teatro. Es el gran espectáculo de la
época, y se halla sumamente vinculado a las fiestas
La crisis del siglo XVII coincidió con una etapa de
gran esplendor cultural, por lo que este periodo, junto con el Renacimiento, se
conoce como Siglo o Siglos de Oro.
Se considera que el Barroco es la expresión
artística de una visión del mundo y una
actitud vital determinadas por un contexto socio histórico conflictivo.
El hombre del XVII oscila entre la resignación y la
rebeldía frente a la situación que le ha tocado vivir: es el vitalismo
desengañado que caracteriza al hombre del Barroco.
Perdidos los ideales de armonía y belleza del
Renacimiento, las dificultades reales generaron una sensación de inseguridad e
inquietud que desembocó en una concepción pesimista y en el sentimiento del
desengaño.
Creció la incertidumbre, causada por el velo de la
apariencia y el cambio constante que
provocaron desconfianza, pues impedían ver la realidad; pero, a la vez, se
despertó la fascinación por lo exótico, lo raro y lo deforme.
Se intensificó el irracionalismo, la visión mágica de
la realidad, las creencias en hechos sobrenaturales, la obsesión por la
limpieza de sangre, el honor y la misoginia.
EVOLUCIÓN DE LA MENTALIDAD EN LA NUEVA ÉPOCA.
El
Barroco rompe drásticamente con los valores de la etapa anterior.
RENACIMIENTO
|
BARROCO
|
|
Estabilidad
|
Inestabilidad
|
|
Vitalismo
|
Pesimismo y desengaño
|
|
La vida es tránsito hacia la muerte. La
existencia se concibe como una extinción; el tiempo pasa imperceptiblemente y
conduce a la decadencia y a la destrucción.
|
Reflejo en la literatura
|
|
El sueño, el desengaño, la brevedad de la
vida, la fugacidad de las cosas, las ruinas, etc., son algunos de los temas
fundamentales de la literatura barroca.
|
||
El mundo es un engaño y una irrealidad;
nada es en él duradero. La vida es un sueño del cual se despierta en el
momento de la muerte.
|
Las actitudes ante esta concepción de la
vida se pueden manifestar literariamente de diversos modos: a través de la
crítica o la sátira de la realidad, mediante la evasión a través del
entretenimiento o por medio del conformismo.
|
|
Desconfianza en la naturaleza humana. El
hombre barroco se ve obligado a desenvolverse en un mundo de falsas
apariencias y para ello desconfía. El Barroco proyecta una visión escéptica y
pesimista de la sociedad.
|
Se desarrolla el género de la picaresca,
que refleja la visión escéptica de la sociedad y del ser humano en un mundo
de engaños y penalidades.
|
|
El pesimismo favorece la búsqueda de respuestas
en el ámbito religioso
|
Temas como la predestinación o la
salvación.
|
Gusto
por la sencillez y el equilibrio
|
Artificiosidad y desequilibrio
|
|
La inestabilidad se manifiesta en la
expresión del movimiento en el arte.
|
Reflejo en la literatura
|
|
El estilo se hace dinámico y complejo. Se
desarrolla una literatura difícil y recargada. Los autores recurren a menudo
a la exageración.
|
||
Tendencia al contraste y a la
desproporción.
|
Se presentan simultáneamente elementos
contrarios: la belleza y la fealdad; lo serio y lo satírico; lo sublime y lo
vulgar; la idealización y la caricatura.
|
|
Los autores rompen la armonía renacentista
entre forma y contenido. Culteranismo y conceptismo son dos modos diferentes
de deshacer dicha proporción: el primero potencia la forma, y el segundo, el
contenido.
|
||
Se persigue el efectismo y la sorpresa.
|
La literatura persigue la originalidad: se
aparta de las normas clásicas del Renacimiento.
|
|
Se busca una expresión inaudita, diferente
|
POESÍA
BARROCA
La
poesía barroca se caracteriza por una notable variedad formal, genérica y
estilística, por la diversidad de registros en el uso del lenguaje y por la
demostración del ingenio mediante el empleo de recursos expresivos.
Los
autores del siglo XVII no son innovadores, parten de la estética renacentista y
desde ella evolucionan para encontrar una nueva forma de expresión que se
caracteriza sobre todo por la complicación formal.
En el
Barroco destacan dos grandes tendencias: el conceptismo, que está presente en
todo lo barroco, y el culteranismo o gongorismo.
El conceptismo es una corriente
literaria que profundiza en el sentido o concepto de las palabras. Se puede
definir como una agudeza mental que da preferencia a las ideas con el fin de
impresionar la inteligencia o el deseo de decir mucho con pocas palabras “la
sutileza en el pensar y el decir”. Se busca el significado, no la emoción.
Para
conseguir este objetivo utilizan frecuentes metáforas; juegos de palabras como
el doble sentido; un estilo breve y conciso logrado mediante la elipsis o
eliminación de palabras; antítesis de palabras, frases o ideas con el fin de
impresionar o agudizar la mente. El máximo representante de esta corriente será
Quevedo y en menos grado Lope de Vega.
El culteranismo o gongorismo, en
cambio, es una corriente literaria que cultiva la forma de las palabras dejando
en segundo plano su contenido. Pretende crear un mundo de belleza,
impresionando para ello los sentidos con los más variados estímulos de luz,
color, sonido y con un lenguaje ampuloso y culto “un lenguaje dentro del
lenguaje”.
Los recursos que caracterizan esta corriente
son el abuso de la metáfora con el fin de crear un mundo de belleza absoluta;
el uso frecuente de cultismos; el abuso del hipérbaton y el uso de palabras
parónimas (sonido parecido y diferente significado). El máximo representante
será Luis de Góngora.
Las
diferencias de estas dos corrientes son más teóricas que reales. Los críticos
han señalado que no se puede hablar de tendencias opuestas, ya que en poemas de
Quevedo se pueden observar rasgos culteranos y en poemas de Góngora rasgos
conceptistas. El culteranismo vendría a ser una evolución del conceptismo en la
que importaba más la forma que el contenido.
La
poesía del XVII siguió cultivando los temas de la poesía anterior con
intensificación de los recursos expresivos, predominan los textos que expresan
la idea de desengaño y la conciencia de crisis de la época pero también se dan
enfoques paródicos o burlescos.
El
rasgo más general es la diversidad de temas,
de motivos y de enfoques, en consonancia con la visión del mundo de este
periodo:
-
Poesía
amorosa: continúa la idea del amor renacentista: la expresión dolorida del
yo poético por un amor frustrado, con la pervivencia de la descripción física
de la amada, pero esta visión del amor puede ser modificada por la conciencia
del tiempo, la prevención ante el dolor amoroso o el distanciamiento de la voz
poética. Puede también aparecer tratado desde un enfoque paródico o burlesco.
-
Poesía
filosófica, religiosa y moral: Marcada por el pesimismo, desengaño,
contraste entre realidad y apariencia, la fugacidad de la vida, la conciencia
de la muerte, reflexión espiritual, el arrepentimiento… Se recuperan las ideas
estoicas, que propugnan la guía de la razón
y el dominio de las pasiones para vencer la angustia ante la muerte, y
la necesidad de una vida virtuosa: se censura la injusticia, las intrigas
cortesanas, el dinero, las ambiciones, sobretodo en la poesía satírica.
-
Poesía
satírica y burlesca: Abunda la poesía de carácter paródico y humorístico,
incluso la burla y el ataque personal. Se degradan los mitos clásicos, los
temas y el estilo de la literatura anterior, los tipos sociales y las
costumbres.
LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE (1561-1627)
Nació en Córdoba en una familia
próspera y culta. Estudió leyes en Salamanca y a los veinticuatro años heredó
el puesto de Racionero de la Catedral de Córdoba (cargo eclesiástico, con
beneficio, que tiene su renta en la mesa del cabildo) aunque no se ordenará
sacerdote hasta muchos años más tarde.
Aficionado a la cultura, a
poesía y a la vida alegre y a la vida alegre y nocturna, en su juventud tuvo
problemas con el cabildo catedralicio, fue acusado de “vivir como un mozo” y
ser aficionado a las corridas de toros y frecuentar las comedias.
En 1617 se trasladó a
Madrid, allí convivió con los políticos y escritores más famosos de su tiempo,
y discutió vivamente con muchos de ellos, era notoria su enemistad con Lope de
Vega y sobre todo con Quevedo.
Como poeta gozó de una
fama extraordinaria aunque tuvo dificultades económicas a la muerte de su
valedor, el duque de Lerma, y también ocasionadas por su afición al juego.
Los últimos años de su
vida suponen la pérdida de sus valedores políticos y la falta de salud. Lo que
se refleja en el tono desengañado de su poesía.
OBRA POÉTICA
Aunque partiera de la
tradición popular, clásica o petrarquista, Góngora creó el lenguaje poético más innovador de la época. Su
producción, difícil y minoritaria, provocó entre sus lectores tanto rechazo y encendidas polémicas, como admiración y
seguidores.
Góngora practicó la poesía
de arte menor y la poesía petrarquista; en ambas ensayó diversos temas, y los
trató con enfoques elevados o paródicos.
● Poesía de arte menor: Cultivó los
romances moriscos, pastoriles, históricos y burlescos; de estos últimos destaca
la Fábula de Píramo y Tisbe, versión
jocosa y paródica de la historia amorosa clásica. También hay que destacar las
letrillas, sobre todo las burlescas y satíricas.
● Sonetos: Los hay de tema amoroso y de
incitación al goce en la línea petrarquista, aunque modificada por la
conciencia del tiempo; otros son burlescos, y un tercer grupo trata del
desengaño y la fugacidad de la vida.
● Poemas mayores: Incluyen la Fábula de Polifemo y Galatea y Soledades, ambos de 1613. El Polifemo se basa en la versión que
ofrece Ovidio del mito. Su tema
principal es el amor pero también destacan los motivos pastoriles, por la
importancia de la descripción del
paisaje. La obra está escrita en octavas reales.
En cuanto al estilo gongorino, vemos que se caracteriza por la dificultad,
debida a las alusiones mitológicas, al uso de un léxico culto y a la
acumulación de recursos retóricos.
● En
el plano fónico, destaca el uso de aliteraciones y paranomasias.
● En
cuanto a las formas sintácticas, se emplean oraciones extensas y complejas (con
aposiciones e incisos), perífrasis alusivas, cultismos sintácticos, hipérbatos
extremos, versos bimembres, correlaciones y reiteraciones de estructuras.
● En
el léxico predominan los cultismos y, por la importancia concedida a los
elementos sensoriales, los campos asociativos y las metáforas relacionadas con
el color y la música.
FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS (1580-1645)
Francisco
de Quevedo y Villegas (1580-1645) nació en Madrid. Estudió con los jesuitas y
en la Universidad de Alcalá. Vivió en Valladolid. En 1600 es Bachiller y
escribe sus primeras obras. Comienza su polémica con Góngora y una vida de
contrastes: de los escritos satíricos de El Buscón (h.1604) a su neoestoicismo,
patente en la correspondencia epistolar con el flamenco Justo Lipsio.
En 1605 se halla en Madrid y, hacia 1609, en
plena crisis espiritual, busca refugio en la villa de La Torre de Juan Abad
(Ciudad Real), cuyo "señorío" adquiere en 1620. Escribe algunos de
los Sueños, que circulan manuscritos, y otros libros de poesía. En 1613 marcha
a Italia al servicio del Duque de Osuna. Conocemos mal sus actividades de estos
años, que le valieron, en 1617, el hábito de Santiago.
Vuelto
a la Península en los años 20, corrige y publica obras que chocarán con
ediciones piratas. Escribe la Política de Dios, o imprime el Buscón (1626). En
1628 sufre su segundo destierro de apenas un año y ve algunas obras censuradas
por la Inquisición. Entabla una relación inestable con el Conde Duque de
Olivares, al que dedica su edición de Fray Luis de León, y en 1634 celebra un
matrimonio desafortunado. En esta cuarta década del siglo escribe obras
capitales: La cuna y la sepultura y el Marco Bruto y reelabora textos como el
senequista De los remedios de cualquier fortuna. El 7 de Diciembre de 1639 es
detenido en Madrid y encerrado en San Marcos de León, sin aclarar el motivo. Se
insinúa que fuera confidente de los franceses.
En
libertad en 1643 ordenó sus obras, retirado, desde 1644, en La Torre. Murió al
año siguiente en Villanueva de los Infantes. La edición de sus poesías quedó al
cuidado de su amigo José González de Salas. Su prosa, se edita hoy entre un
laberinto de copias manuscritas e impresos censurados y pirateados.
OBRA POÉTICA
Quevedo
es autor de una extensa obra que
sobresale por su calidad y por su gran variedad en temas, actitudes, metro y
registros lingüísticos, acordes con la literatura de su tiempo.
Escribió
tanto poemas de arte mayor como de arte menor (silvas, octavas, tercetos,
letrillas, romanes, romancillos, y sobre todo, sonetos).
Su
producción poética se ha clasificado atendiendo a un criterio temático:
● Poesía amorosa: Tiene sus raíces en la
lírica cancioneril, la poesía clásica latina y sobretodo la petrarquista.
Quevedo desarrolla los motivos ya conocidos: la belleza de la amada
inaccesible, el sufrimiento y llanto del amante, la locura amorosa y el amor
constante más allá de la muerte. El poeta recrea las imágenes renacentistas de
la pasión amorosa y la descripción de la nada, e intensifica con desgarro el
lamento dolorido de la voz poética, acosada por la fugacidad del tiempo y la
muerte. Una parte de esta poesía constituye el cancionero Canta sola a Lisi.
● Poesía metafísica y moral: Influidos
por la moral cristiana y las ideas estoicas, estos poemas evidencian un
profundo desengaño. El autor reflexiona angustiado sobre la brevedad y la
fugacidad de la vida, el engaño de las apariencias y la muerte inevitable:
vivir es ir muriendo (cotidie morimur).
Quevedo censura en estos poemas los vicios de su tiempo (sobre todo la
ambición, la vanidad y la codicia) y realiza una ferviente defensa de la virtud
y de los valores eternos.
● Poesía satírica y burlesca: En ella
critica costumbres y tipos humanos y sociales de la época (taberneros,
letrados, jueces, médicos…). En ese conjunto sobresalen los tipos femeninos
(viejas, dueñas, pícaras…) dentro de la misoginia propia de la sátira, de la
tradición anterior y del Barroco. Otros encarnan vicios como la hipocresía y el
engaño. También degrada los mitos clásicos, la poesía heroica, la petrarquista
(ridiculiza el estilo anterior, la imagen de la nada y la visión idealista) y
la gongorina.
● Poesía religiosa: El Heráclito cristiano combina temas de la
poesía religiosa con la poesía moral. Uno de los temas más importantes es el
arrepentimiento por sus pecados; en otros poemas reflexiona sobre la pasión de
Cristo.
Quevedo compuso también
poesía circunstancial o de elogio cortesano, dedicada a grandes señores o
héroes de la Antigüedad; y poesía descriptiva (un objeto, una situación, una
persona).
En cuanto al estilo de su
poesía, Quevedo extrema el uso de los recursos retóricos en la expresión
compleja de las ideas y la práctica de la agudeza, el ingenio. Así, los versos
quevedescos sobresalen por las metáforas, comparaciones, antítesis y contrates.
En la poesía satírica y
burlesca abundan los recursos tendentes a producir la caricatura y provocar la
risa: metáforas degradantes, dilogías, retruécanos, hipérboles, y expresiones
del registro coloquial y vulgar. En el estilo grave, sobresale el empleo de un
léxico culto, los hipérbaton y el tono admonitorio. Quevedo es además, un
maestro en la creación léxica y en la modificación de frases hechas y refranes,
sobre todo con fine paródicos. No debemos olvidar que es el máximo
representante del Conceptismo.
FÉLIX LOPE DE VEGA Y
CARPIO (1562-1635)
Félix
Lope de Vega y Carpio nació en Madrid en 1562 y murió en 1635 en la misma
ciudad. Lope de Vega procedía de una familia humilde y su vida fue sumamente
agitada y llena de lances amorosos. Estudió en los Jesuitas de Madrid (1574) y
cursó estudios universitarios en Alcalá (1576), aunque no consiguió el grado de
bachiller.
Debido
a la composición de unos libelos difamatorios contra la comedianta Elena Osorio
(Filis) y su familia, por desengaños
amorosos, Lope de Vega fue desterrado de la corte (1588-1595). No fue éste el
único proceso en el que se vio envuelto: en 1596, después de ser indultado en
1595 del destierro, fue procesado por amancebamiento con Antonia de Trillo.
Estuvo
enrolado, al menos, en dos expediciones militares, una la que conquistó la isla
Terceira en las Azores (1583), al mando de don Álvaro de Bazán, y la otra, en
la Armada Invencible. Fue secretario de varios personajes importantes, como el
marqués de Malpica o el duque de Alba, y a partir de 1605 estuvo al servicio
del duque de Sessa, relación sustentada en una amistad mutua.
Lope
se casó dos veces: con Isabel de Urbina (Belisa),
con la que contrajo matrimonio por poderes tras haberla raptado antes de salir
desterrado de Madrid; y con Juana de Guardo en 1598. Aparte de estos dos
matrimonios, su vida amorosa fue muy intensa, ya que mantuvo relaciones con
numerosas mujeres, incluso después de haber sido ordenado sacerdote. Entre sus
amantes se puede citar a Marina de Aragón, Micaela Luján (Camila Lucinda) con la que tuvo dos hijos, Marcela y Lope Félix, y
Marta de Nevares (Amarilis y Marcia Leonarda), además de las ya
citadas anteriormente.
Lope
fue un hombre con extraordinaria
capacidad de creación. A sus libros de poesías líricas y narrativas, hay
que agregar los poemas intercalados en sus obras en prosa (La Arcadia y La Dorotea)
y las composiciones, de tipo tradicional y culto, incluidas en los textos
dramáticos.
En
este autor, vida y obra están estrechamente unidas, por lo que sus
composiciones se centran en temas de índole personal como el amor, Dios, la fe,
los sentimientos…
Sus
apasionadas relaciones amorosas, los procesos en los que se ve envuelto, las
fiestas cortesanas y literarias en las que participó, los momentos religiosos
de sincero arrepentimiento, son datos que aparecen como marco, como tema o como
fondo de sus obras.
Lope
pertenece a un grupo de jóvenes poetas que han empezado a escribir hacia 1580, y que han recibido una herencia
riquísima tanto culta como popular. Él elabora una lengua poética propia que
sintetiza la tradición recibida y la enriquece tanto con los juegos de ingenio
propios del Conceptismo, como con la brillantez y la sensualidad del
culteranismo.
Pero
Lope nunca se pierde en la zona más oscura de los conceptos o en las
alambicadas figuras culteranas, su lenguaje, cuidado, aunque buscando siempre
la claridad, muestra lo mejor de todas estas corrientes: tradicional, culta,
culterana y conceptista. Decía el propio poeta que el buen escritor debía tener
“Escuro el borrador y el verso claro”.
Los
rasgos más característicos de su poesía son:
● Vida y poesía. Estrecha relación entre
su agitada vida y su poesía
● Naturalidad y claridad expresiva. Su
forma de expresión estaba alejada de lo artificioso: “La poesía había de costar grande trabajo al que la escribiese y poco
al que la leyese”
● Pasión por el romancero y la lírica de tipo
tradicional. Sus romances se
caracterizan por la rapidez narrativa y la escasez de adornos.
OBRA POÉTICA
Su
obra poética, extensa y variada, incluye tanto composiciones de arte menor
(letrillas, villancicos, seguidillas, romances) como poesía italianizante
(sonetos, canciones, églogas, epístolas).
● Romances: Lope fue uno de los creadores
del Romancero nuevo; cultivó el romance morisco, el pastoril, el amoroso y, en
su vejez, sobresale como autor de romances religiosos y morales.
● Poesía de tipo petrarquista. En las Rimas (1602-1609) (colecciones de libros de diversos textos que contiene
el Arte Nuevo de hacer comedias),
destacan los sonetos; además de los amorosos, hay poemas mitológicos, morales y
de circunstancias. También escribió poesía épica, como La Dragontea o La Hermosura
de Angélica, en la que imita a los poetas renacentistas.
● Poesía religiosa: Las Rimas sacras recogen sonetos y otros
tipos de poemas de devoción emocional, confesión de vida y arrepentimiento.
La
última publicación poética de Lope fue Rimas
humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos, que incorpora el poema
épico burlesco La gatomaquia. Se
trata de un conjunto variado (sonetos, una canción, églogas, romances, silvas…)
en el que destacan los sonetos burlescos y satíricos, y un cancionero paródico
del petrarquismo en el que la amada es una lavandera. En estos versos Lope
revisa la sociedad de su tiempo utilizando como contraste y referencia irónica
la sociedad gatuna.
LA PROSA BARROCA
En el
Barroco, se cultivaron la prosa narrativa de ficción y la intelectual, ambas
con la finalidad didáctica y moralizante y, a menudo, tono satírico.
En la
narrativa del siglo XVII se practicaron géneros renacentistas: además de la
picaresca, destacan otros:
● Novela Pastoril: En decadencia: La Arcadia (1598), de Lope de Vega.
● Novela Bizantina: El peregrino en su patria (1604), de Lope de Vega, y Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617),
de Miguel de Cervantes.
● Novela corta cortesana: Jornadas alegres (1626), de Alonso de
Castillo Solórzano; Novelas amorosas y
ejemplares (1637), de María de Zayas.
La
prosa didáctica, por su parte, incluye obras históricas, políticas y
religiosas.
En los estudios filológicos, destacan el Tesoro de la lengua castellana o española
(1611), de Sebastián de Covarrubias, es un diccionario de carácter
enciclopédico y de gran envergadura. Es importante también Origen y principio de la lengua castellana, de Bernardo de
Aldrete, en él enuncia muchas de las leyes fonéticas relativas a la
transformación de los sonidos latinos al pasar al castellano, confirmados
después por la lingüística moderna.
NOVELA PICARESCA
De los
géneros narrativos del Renacimiento, el sentimiento pesimista que aparece en la
literatura del Barroco, encuentra su máxima expresión en las novelas
picarescas. El carácter social y satírico que las caracterizó en su etapa
renacentista, se transforma ahora en desengaño y nostalgia. Por ello, las
novelas picarescas de esta segunda época presentan ciertos rasgos diferenciales
con respecto al Lazarillo.
● Con
obras como Guzmán de Alfarache de
Mateo Alemán, y El Buscón, de
Francisco de Quevedo, la novela adquiere un aspecto más moralizante plasmado en
escenas burlescas o satíricas y existe menor realismo psicológico. El autor busca
en ellas brillantez, el chiste o lo ingenioso y se despreocupa de la
justificación del personaje.
● El
protagonista sigue siendo un antihéroe; sin embargo, su vida sirve de medio
para formular consejos y moralejas.
● Desapareció
la deshonra, por lo que también cambió el papel del pícaro, como en la Vida del escudero Marcos de Obregón, de
Vicente Espinel.
● La Pícara Justina, cuya autoría no está
clara, manifiesta una clara intención
moralizadora.
LA VIDA DE GUZMÁN DE ALFARACHE de Mateo Alemán
La vida de Guzmán de Alfarache, atalaya de la vida humana, obra de
Mateo Alemán, se publicó en dos partes; la primera en 1599, y la segunda en
1604.
El Guzmán, presenta dos planos discursivos:
la narración de la vida de un pícaro y las constantes reflexiones morales del
narrador, que obedecen a un propósito didáctico: contribuir al bien común con
la doctrina y con el relato de la vida delictiva del protagonista, que muestra
la existencia del engaño y la maldad del hombre: “Todo anda revuelto, todo apriesa, todo enmarañado. No hallarás hombre
con hombre; todos vivimos en asechanza los unos de los otros”.
Rasgos
más representativos de la obra:
● Ejemplifica
las creencias religiosas del autor.
● El
hombre cuenta con el libre albedrío, puede conseguir la salvación por medio de la gracia divina.
● La
finalidad didáctica abarca distintos aspectos de la vida, insiste en temas como
la honra y el dinero.
● Combina
el estilo llano, las jergas y expresiones coloquiales con lenguaje culto, la
complejidad sintáctica y varios recursos expresivos
● En
el plano doctrinal sobresalen los discursos valorativo y universal: el
narrador, Guzmán adulto, arrepentido de su pasado, cuenta sus aventuras y
sermonea, pero se incluyen las valoraciones de Guzmanillo (el pícaro joven).
EL BUSCÓN de Francisco de Quevedo
El Buscón, de Francisco de Quevedo, se
conoció en copias manuscritas antes de su publicación (Zaragoza 1626), según
parece no autorizada por el escritor aunñque siempre se le ha atribuido la
autoría.
El Buscón ha sido calificado de novela picaresca por tratarse de un relato autobiográfico
ficticio de un personaje miserable; sin embargo, introduce tantas
modificaciones en el género que se discute su clasificación.
El
protagonista, Pablos, expresa un constante anhelo de ascensión social y no
manifiesta arrepentimiento por sus fechorías: cuenta su vida picaresca de forma
cronológica, sin justificar su narración. En su peregrinaje se encuentra con
diversos personajes: el arbitrista, el soldado fanfarrón, el falso hidalgo, las
viejas, los mendigos, los ladrones…, todos caricaturizados. Con ellos se
presenta un mundo marginal, mísero, degradado, carente de valores, visto desde
fuera y distorsionado.
En el Buscón se reiteran temas como la
vergüenza de Pablos por su familia, el propósito de medro y la violencia. En
cuanto a su interpretación y valoración, la obra suscita posturas encontradas:
para unos es un libro de ingenio y agudeza, de finalidad burlesca; para otros,
un texto moralizador.
Quevedo
adopta algunos rasgos de la picaresca y los pones al servicio de una
extraordinaria creación verbal. En el Buscón despliega todos los recursos del
conceptismo para hacer reír: hipérboles, dilogías, personificaciones, etcétera.
LA PROSA DIDÁCTICA DE QUEVEDO
La
prosa didáctica de Quevedo comprende obras políticas, filosóficas y
satíricos-morales.
Obras satírico- morales:
Los Sueños: se publicaron en 1627 y
volvieron a editarse en 1631, censurados y corregidos, bajo el título de Juguetes de la niñez. Los Sueños son un conjunto de relatos que
presentan la sátira de grupos sociales y de individuos que ejemplifican
conductas reprobables.
●
Sueño del
Juicio Final. Un conjunto de personajes que representan a las diversas
clases y tipos sociales resucitan y son sometidos al Juicio Final.
●
El
alguacil endemoniado. Desarrolla un diálogo entre el narrador y el diablo,
que se ha apoderado del cuerpo de un alguacil, cuya maldad describe y cuenta
quiénes están en el infierno y sus penas.
●
Sueño del
infierno. De un hermoso espacio natural nacen dos sendas: una, la de la
virtud, es estrecha, está llena de abrojos y la poca gente que va por ella se
deja la piel en el camino; la otra, ancha, llena de placeres, es la del pecado,
y es elegida por muchas figuras que se condenan así al infierno.
●
El mundo
por de dentro. El Desengaño, personificado como un anciano, lleva al autor
a la calle de la Hipocresía, donde el mundo se ve tal como es. Allí observan un
desfile de personajes cuya apariencia encubre una realidad bien distinta de la
que se muestra.
●
Sueño de
la muerte. Distintos tipos sociales desfilan junto a la Muerte, camino del
infierno. Aparecen personajes reales como Juan del Encina y figuras del
refranero, como Pero Grullo, Trochemoche y el rey Perico.
La hora de todos y la fortuna con seso: Es la obra de mayor
complejidad. Comienza con una fantasía mitológica.
Obras políticas:
La producción política de
Quevedo ocupa una parte muy amplia de su
obra literaria. Cultivó aspectos muy diversos, desde el libro teórico-
doctrinal hasta el panfleto de circunstancias o el informa político.
Política de
Dios, gobierno de Cristo y tiranía de Satanás: es su tratado más
importante y extenso. Quevedo utiliza la alegoría evangélica para expresa sus
teorías sobre lo que debiera ser un buen
gobierno.
Vida de Marco
Bruto es un cometario político-moral en el que se aprueba el crimen
contra Julio César, que representaba la tiranía frente a Bruto, que simboliza
la república.
Obras filosóficas y ascéticas
En
estas obras es notable el influjo de Séneca. Concretamente, en De los remedios de cualquier fortuna
traduce la obra de Séneca del mismo título y añade sus propios comentarios a la
filosofía senequista.
La cuna y la sepultura es un
tratado de un tono ascético en el que Quevedo hace una reflexión acerca del
sentido de la vida y de la muerte.
Obras religiosas
Quevedo escribió
dos vidas de santos: Vida de Santo
Tomás de Villanueva y Vida de
San Pablo. Esta última es un estudio sobre el apóstol, dando tanto su
visión religiosa como histórica.
Obras festivas
Son breves
escritos satíricos en los que cultiva el humor, el ingenio y la burla para
criticar todo tipo de asuntos. En este grupo destacan Aguja de navegar cultos y La culta latiniparla, obras de crítica literaria contra
culteranos y gongorinos
LA PROSA DIDÁCTICA DE BALTASAR
GRACIÁN
Baltasar
Gracián (1601-1658), nació en Belmonte de Calatayud (Zaragoza), en el seno de
una familia muy religiosa. A los dieciocho años ingresó en la Compañía de Jesús
y en 1627 se ordenó presbítero. Ejerció de profesor en distintos colegios de la
Compañía.
Hombre
culto y gran aficionado a la literatura, inició su carrera de escritor en 1637,
con la publicación de El héroe. La
edición de sus obras, unidas a las intrigas de sus enemigos, le ocasionó muchos
problemas con la Orden, incluso la pérdida de su cátedra de Escritura. Murió en
Tarazona.
El
jesuita Baltasar Gracián publicó sus obras profanas con los seudónimos de Lorenzo
Gracián Infanzón, Lorenzo Gracián o
García de Marlones, para no tener que solicitar permiso de sus superiores
religiosos. A pesar de ello, no existen dudas en cuanto a la autoría de sus
escritos. Las obras de Gracián se dirigen a una minoría y su finalidad es la
enseñanza de normas basadas en la razón y la prudencia para lograr la
superación personal.Entre sus principales títulos encontramos Oráculo manual y arte de prudencia, Agudeza
y arte de ingenio y, quizá su obra más destacada, El criticón.
EL CRITICÓN
Publicada en tres partes (1651, 1653 y 1657), esta obra
representa una alegoría de la vida humana. Gracián equipara las edades del
hombre con las estaciones del año: La primavera de la niñez y el estío de la
juventud; El otoño de la viril edad y El invierno de la vejez. Además de una
reducida historia que le otorga unidad, el libro contiene numerosos episodios
alegóricos y satíricos, reflexiones morales y digresiones de distinto tipo.
En la
trama novelesca, Critilo, un anciano náufrago, es rescatado por Andrenio, un
joven salvaje criado por una fiera, al que enseña a hablar. Juntos embarcan
rumbo a España, y durante el trayecto, Critilo le cuenta su vida. El anciano representa el juicio y la
experiencia virtuosa; Andrenio, la ignorancia del mundo y el impulso
instintivo. Ambos realizan una larga travesía por lugares reales y simbólicos:
una peregrinación por el camino de la vida.La obra representa una visión pesimista
y crítica del mundo: al hombre , egoísta y cruel, pero capacitado para pensar y
decidir, solo puede salvarle la búsqueda de la virtud y el bien. El estilo
combina la claridad con el uso de sentencias y un lenguaje artificioso.
El TEATRO BARROCO
En el
teatro Barroco se mantiene la tradición medieval de representar obras
religiosas en plazas, pueblos y ciudades; pero, además, en este periodo el
teatro se hace profesional y comercial, a cargo de compañías que actúan en
locales específicos para ganar dinero.
En los
siglos XVI y XVII nacen las formas dramáticas y modernas en Europa. Con Shakespeare en Inglaterra; Corneille, Racine y Moliére en Francia;
y Lope de Vega y Calderón en España,
el teatro occidental alcanza un momento de esplendor.
En el
siglo XVII, Lope de Vega, tuvo la
genialidad de acertar con una fórmula teatral de éxito seguida por todos los
autores a partir de entonces. Se le llamó la COMEDIA NUEVA para distinguirse de la obra teatral clásica. Esta
comedia combinaba la calidad literaria con la capacidad de atraer al público,
objetivo que logró como nadie.
En 1609 Lope compuso su Arte
nuevo de hacer comedias, breve e irónica obra en la pretende explicar
su concepción teatral y defenderse de los que le critican por apartarse de los
modelos clásicos.
A lo
largo de su tratado va mostrando las innovaciones que tienen las obras que
escribe:
1.- Ruptura con la regla de las tres
unidades: acción (un solo conflicto dramático), tiempo (acción concentrada
en un día como máximo) y lugar (un sólo sitio para ambientar la acción). Lope
utiliza en sus comedias varios días, varios lugares y a veces hay varias
intrigas paralelas que se entrecruzan y coinciden al final en un desenlace
común.
“Cuando he de escribir una comedia,
encierro los preceptos con seis llaves.”
2.- Mezcla de lo cómico y lo trágico.
En el teatro clásico grecolatino la tragedia era exclusiva para temas serios, y
la comedia para asuntos burlescos.
“Buen ejemplo nos da naturaleza,
que por tal variedad tiene belleza”
3.- Mezcla de personajes nobles y plebeyos.
En el teatro clásico grecolatino, los personajes nobles protagonizaban la
tragedia, y los plebeyos, la comedia.
4.- División de la obra en tres “jornadas”
o actos, que corresponden al planteamiento (acto I), nudo (acto II) y
desenlace (acto III), en lugar de los cinco actos propios del teatro clásico.
Estos actos se subdividían en escenas breves, para aumentar la variedad y el
dinamismo de la obra.
5.- Uso de lírica intercalada:
canciones, bailes… que contribuyen a hacer más ameno el espectáculo teatral.
6.- Variedad métrica: la obra, siempre en verso, ofrecía diversos tipos
de versos y estrofas que se adecuaban a la acción: romances para la narración,
sonetos para monólogos, tercetos para diálogos serios, redondillas para
diálogos amorosos…
7.- Color nacional: notas de ambiente
español, costumbres (toros, romerías, rondas nocturnas…) que facilitan la
identificación del público con lo que ocurre en el escenario.
8.- Personajes tipificados: no se
profundiza demasiado en la psicología de los personajes; importa más la acción.
Estos suelen ser personajes tipos, con una serie de rasgos fijos según su clase
social y su función en la obra. Los más representativos son:
●
El noble,
poderoso y rico, que suele abusar de su situación y actuar como antagonista
(por ejemplo, el Comendador en Fuenteovejuna).
●
El rey,
que imparte justicia y restablece el orden roto.
●
El caballero
–padre, hermano o esposo–, que defiende el orden familiar y es el encargado de
vengar las ofensas que se produzcan en su ámbito. En el ambiente rural ese
papel lo desempeña el villano (habitante de una villa o pueblo), modelo de
honradez y consciente de su dignidad. Lope dignificará la figura del campesino,
antes visto como personaje risible.
●
El galán
y la dama, caracterizados con rasgos
positivos como la valentía, la fidelidad, etc. y que protagonizan la aventura
amorosa.
●
El gracioso
o donaire, importante innovación de
la comedia lopesca, es el criado o confidente del galán y actúa como
contrapunto cómico de éste. Frecuentemente tiene su complemento en la criada que acompaña a la dama. Es
chistoso, temeroso, comilón y, a veces, inculto.
9.- Decoro: cada personaje actúa y se
expresa con arreglo a su condición social y cultural.
10.- Temas característicos: fundamentalmente,
el amor y la honra.
11.- Finalidad: evasión y PROPAGANDA de
valores tradicionales (morales, políticos, sociales…). El teatro se
convierte en “una máquina de soñar”. En ese teatro encontramos matrimonios de
“ensueño”, una visión idílica de la vida del campo y del campesino. Al mismo
tiempo sirve como propaganda de valores religiosos, monárquicos y nobiliarios.
El rey encarna la patria y su grandeza y los nobles son portadores y fuentes de
virtudes (si aparece algún noble “corrupto”, se pondrá de relieve que es un
caso particular). En definitiva, es un teatro al servicio de los intereses de
los sectores dirigentes.
12.- Espacio escénico fijo: corrales de
comedias (patio interior de edificios)
13.- Diversidad de público: las obras
estaban destinadas a todos los grupos sociales (nobleza, clero, plebe),
separados en espacios diferentes.
LOS GÉNEROS
Ya
hemos dicho que las obras que se escriben en el siglo XVII siguiendo la fórmula
de Lope se las llamó genéricamente comedias, aunque este nombre no se
corresponde con el concepto clásico de comedia. De hecho, muchas de las obras
que se escriben en el barroco son tragicomedias o dramas: tienen elementos
trágicos mezclados con contrapuntos cómicos y pueden tener un final feliz o
desdichado.
● COMEDIAS: mezclan personajes elevados y
bajos y tienen un final feliz.
● TRAGICOMEDIAS O DRAMAS: mezclan
personajes elevados y bajos, situaciones trágicas y cómicas y pueden acabar
bien o mal.
También
se dieron otros géneros importantes para la época:
● COMEDIAS DE CAPA Y ESPADA O DE ENREDO
● COMEDIAS HISTÓRICAS O LEGENDARIAS
● COMEDIAS DE APARATO (de complicada
puesta en escena, propias del teatro cortesano)
● DRAMAS RELIGIOSOS Y LEGENDARIOS
● DRAMAS DE HONOR
● AUTOS SACRAMENTALES
LOS TEMAS
Los
temas preferidos del teatro barroco son:
•el HONOR y la HONRA: Ambas cosas se sustentan en la opinión que los demás tienen
de uno mismo, en su buen nombre personal o familiar. Si se pierde el honor, lo
justo es recuperarlo con venganza y sangre si es necesario. El honor suele
estar ligado a la mujer y los encargados de limpiar las manchas de honor son
los hombres. Por eso es tan frecuente en la comedia la mujer vestida de hombre
que se traviste para recuperar o vengar la deshonra. Si una doncella perdía su
honor, el código de la comedia sólo ofrecía dos soluciones: el matrimonio o la
muerte del seductor. La vida real era otra cosa. Afortunadamente.
•el AMOR: La conquista de una dama por el
galán (o a la inversa) es el eje temático de numerosas comedias: El perro del hortelano de Lope, por
ejemplo. Es frecuente el tema del amor entendido como pasión noble e inevitable
que puede experimentarse dentro de cada clase social, pero que no debe aspirar
a salir de ella. En otras palabras, un criado no puede enamorarse de una noble.
Este tema es el eje central de las COMEDIAS
DE CAPA Y ESPADA, que son obras de asunto amoroso con celos, duelos,etc.
Otros
temas importantes son los religiosos (en este caso las comedias se inspiran en
episodios de la Biblia) e históricos (interesa la historia nacional, desde los
hechos más remotos de la Reconquista hasta las hazañas imperiales del siglo
XVI).
LOS ACTORES
El oficio teatral empezó a ser en España
una profesión más o menos estable en el s. XVI. Antes de mediar el siglo llegaron
a nuestro país compañías teatrales italianas profesionalizadas, que actuaron
ante la corte y, después, ante el pueblo. Las más populares fueron las de los
actores de la Commedia dell’arte, que
recurrían a la expresión corporal y al mimo
más que a la palabra, en representaciones improvisadas sobre el escenario a
partir de un esquema previamente acordado y elaborado (lo que se llamaba scenario) sobre el argumento, el
desarrollo de la acción y su desenlace.
Las compañías teatrales solían formarse
para trabajar durante todo un año. En la Cuaresma (período de obligado
descanso, pues las representaciones estaban prohibidas) los actores se reunían
en los mentideros, lugares donde se apalabraban contratos y se negociaban las
condiciones laborales y económicas. La compañía empezaba su trabajo durante la
Pascua de Resurrección y permanecía unida hasta la siguiente Cuaresma.
Los
ayuntamientos poderosos formaban una o dos compañías para representar los autos
sacramentales el día de Corpus Christi,
fiesta de gozaba de cierta tradición y de gran arraigo popular.
Los
actores prestaban cuerpo y voz al personaje, sobre todo voz, en un tipo de
teatro en el que se decía ir a “oír la comedia”. Los cómicos más célebres de la
época fueron Cosme Pérez, llamado Juan Rana, Mariana de Borja y María Calderón,
la Calderona, amante célebre de Felipe IV -con el que tuvo un hijo, Don Juan de
Austria-.
En
España, las mujeres tenían permitido
actuar (aunque debían estar casadas), pero no ocurría lo mismo en otros países
europeos en los que la profesión estaba tan mal vista que eran hombres disfrazados los que hacían los
papeles femeninos. De hecho, al principio, los papeles femeninos en España, los
representaban niños. Uno de los
mitos con más éxito en el teatro de la época era el de la mujer vestida de hombre o la mujer varonil. Muchas comedias
incluían escenas en las que las mujeres habían de travestirse para realizar
hazañas de hombre: defender su honor, por ejemplo. Como puedes imaginar, esto
daba lugar a situaciones equívocas y a enredos.
La consideración social de los actores y
actrices nunca fue muy buena: los matrimonios y emparejamientos se hacían
generalmente entre hombres y mujeres de la farándula, por lo que formaban un
grupo un tanto al margen de la sociedad de su tiempo. De hecho, la Iglesia no
permitía que fuesen enterrados en sagrado.
Las
compañías se clasificaban según el repertorio de obras que llevaban, el número
y la calidad de sus actores; así, tenemos: bululú,
ñaque, gangarilla, cambaleo, garnacha, etc. Recibían el nombre de compañías
de
legua si recorrían el país representando por los pueblos. Las mejores
eran las compañías reales o de
título. Estas últimas estaban formadas por unas veinte personas (incluyendo el
apuntador o el cobrador); el jefe era el autor
y los actores tenían asignados los
papeles que representarían: galán, dama,
barba (hombre mayor con mando, el padre o el rey), gracioso, vejete, música...). Sólo cambiaban de papel cuando la
edad les impedía seguir haciendo de galán o dama, por ejemplo.
EL PÚBLICO
El teatro barroco era el principal espectáculo
al que podían acceder todos los
ciudadanos. La mezcla sociocultural que se produjo en las comedias barrocas
constituyó un hecho cultural insólito; la fiesta era eminentemente popular y
unía a la aristocracia con el pueblo. Las
distintas clases sociales no se confundían en el interior del local, sino
que se mantenían rígidamente las diferencias entre ellas. La distribución de
los espacios reproducía la estructura social existente. Juntos, pero no
revueltos. Cada uno tenía su localidad según fuese su rango y poder económico.
Al fin y al cabo, un corral de comedias era el reflejo del universo social de
aquella sociedad. Cada sitio tendrá una escalera diferente que impida el menor
rozamiento. Las mujeres llegan a entrar por la casa del vecino y hasta por el
techo para no mezclarse con los hombres. Las tres clases se dibujan en el
interior: el vulgo (patio), la nobleza y
el clero (celdas), la burguesía (galerías).
El
espectáculo teatral llegó a considerarse un componente esencial del día de fiesta, por lo que al principio se
representaba los domingos
exclusivamente; después se añadieron funciones los martes y los jueves, hasta que la representación se convirtió en
una actividad diaria. El calendario
de funciones se interrumpirá, tan solo, en Semana Santa y en momentos de luto
de la familia real. La diaria actividad teatral generó una dinámica propia en
torno al corral: los estrenos de comedias se anunciaban en las esquinas con carteles pintados con almagre.
El
público es ruidoso y vocinglero, se
lanzaban objetos para interrumpir y hacer fracasar una comedia (los partidarios
de los distintos teatros forman bandos enfrentados), e incluso si a la reina le
venía en gusto, se soltaban ratones en la cazuela; se vendían abundantes
alimentos y bebidas para el espectáculo – aloja, confitura, frutos secos, agua
de anís...- y se vendían y compraban los aplausos. El teatro se convirtió en un
acto social en el que importaba tanto la comedia como el ambiente que la
envolvía.
EL ESPECTACULO
La
parte principal de la función era una
comedia larga, de unos 3000 versos aproximadamente, a la que se añadían
otras piezas menores y actuaciones
musicales, todo lo cual formaba una fiesta variada y rica en contrastes,
muy del agrado del espectador de aquella época.
La
representación empezaba a las 2 o a las 3 de la tarde en invierno y a las 4 en
verano para aprovechar la luz del día. Duraba casi 3 horas ininterrumpidas.
PARTES DE UNA REPRESENTACIÓN TEATRAL
1. La
representación comenzaba con un ruido
estridente para atraer la atención de un público muy, muy ruidoso. A
continuación, música de guitarra, vihuela, trompetas, cantos... daban la
bienvenida.
2. LOA O PRÓLOGO RECITADO venía a
continuación y aspiraba a llamar la atención del público y conseguir su
silencio.
3. Primer ACTO o JORNADA de la comedia
4. En
el entreacto, se representaba un ENTREMÉS; para muchos la parte más
apetecida y esperada que en ocasiones salvaba una mala obra. Se trata de una
pieza corta, cómica, con personajes bajos que viven situaciones cotidianas.
5. 2º ACTO O JORNADA de la comedia
6. En
este entreacto se representaba una JÁCARA, obrita versificada en romance,
que relataba hechos festivos de gente de los bajos fondos. Divertía y rompía la
tensión provocada por el “nudo” de la comedia. También podía venir aquí un BAILE, un entremés más corto en el que
la parte musical tenía más importancia que la hablada. También podían
representarse PASOS.
7. Tercer ACTO O JORNADA de la comedia.
8. Final
a base de música o baile,
habitualmente una MOJIGANGA o baile
de máscaras.
El
espectáculo representado en los corrales y teatros estaba formado por un
conjunto de elementos muy diversos que incluyen el baile y la danza y que, a
veces, termina en una mezcla de cómicos y público bailando juntos la zarabanda.
Estos
géneros menores (entremés, jácara, mojiganga…) podían intercambiarse. A la
vista de la representación, queda claro que lo que buscaban los espectadores
del teatro barroco era una auténtica
celebración, en donde lo importante era pasarlo bien. El que la mayoría de
las comedias tuviera un final feliz, con múltiples bodas, no es más que una
consecuencia sociológica de lo que buscaba el espectador.
EL LUGAR DE REPRESENTACIÓN: LOS CORRALES
En su
origen, los corrales de comedias eran verdaderos patios interiores de casas, en los que se había levantado un
tablado (el escenario) y cuyos espacios se aprovechaban para alojar a un
público variado. Las representaciones se hacían de día. La sala carecía de
techo y sólo un toldo protegía del sol. El escenario disponía de cortinas
en su fondo que ocultaban uno o dos corredores altos y los vestuarios. La
ausencia de telón condicionó la representación: había que recurrir a otros
procedimientos para avisar a la audiencia de que comenzaba la representación:
ruido inicial, música...
●
El escenario presentaba 3 niveles utilizables
durante la representación: al fondo,
arriba, se situaba un balcón al
que asomaban personajes que simulaban estar en el de una casa; en segundo lugar
estaba el tablado, en el que se
desarrollaba normalmente la acción; por último, el foso del que salían, a través de escotillones o trampillas, los
actores que encarnaban a Satanás o a otras criaturas infernales.
●
Las habitaciones
de las casas (aposentos) que daban al patio estaban destinadas a las gentes
principales. Los desvanes y las
tertulias eran los aposentos más altos, situados inmediatamente debajo del
tejado, y estaban reservados muchas veces
a los nobles. Estos personajes podían ver la comedia sin ser vistos a
través de celosías.
●
El público más modesto se situaba en el patio central y veía el espectáculo de
pie o sentado en unas gradas que se
levantaban a los lados del patio. Allí se situaban los mosqueteros, que, con
sus capas y espadas y sus silbidos o aplausos levantaban o hundían la comedia.
●
Frente al escenario se construyó una especie de palco de mujeres (la cazuela), en el que se sentaban las mujeres del pueblo, quienes
accedían al local por una puerta especial o por las casas vecinas, para no
encontrarse con los hombres.
●
A veces había inmediatamente al lado del
escenario un lugar separado del resto de la sala, llamado media luna, donde se sentaban otros espectadores
●
La alojería
era el lugar en donde el público compraba tentempiés (comida y bebida) y los
alojeros despachaban la aloja o
hidromiel (bebida hecha de agua, miel y hierbas aromáticas que, a veces se
mezclaba con vino).
Los
primitivos corrales de comedias se ampliaron interiormente según se hizo
preciso crear espacio para alojar al público. Su estructura sólo permitía
crecer verticalmente y se fueron añadiendo pisos a los ya existentes.



LOS TEATROS DE NUEVA PLANTA
Pronto
se construirían los primeros corrales/teatros permanentes. Estos primeros
edificios de nueva planta -el de la Cruz
(1574) y el del Príncipe (1582)-
mantienen la misma estructura que los corrales aunque ya no son patios de
vecinos sino edificios levantados para
ser teatros.
En ellos se representarán obras y parte de los
beneficios que se obtengan serán destinados a obras de caridad, al
mantenimiento de hospitales, por ejemplo. Este carácter benéfico no libró al
teatro de las iras de la misma Iglesia. Estos modestos teatros tienen la misma
estructura que los corrales de comedias originales.

OTROS LUGARES DE REPRESENTACIÓN
●
Hacia mitad de siglo, empiezan a llegar
arquitectos italianos que montan teatros portátiles que incorporan decorados
(mutaciones), telón, iluminación artificial y efectos especiales: Alguna dama,
al ver cómo se simulaba con lentejuelas el movimiento de las olas, se desmayó.
●
Además de los locales públicos y populares,
existían los teatros palaciegos,
edificios mucho más lujosos: se ofrecían espectáculos en el salón de comedias
del Alcázar, Palacio de la Zarzuela, Coliseo del Buen Retiro, jardines de
Aranjuez... En ellos se representaban obras con escenografía muy compleja que
se llaman "comedias de aparato".
Además
de estos espacios, casi cualquier lugar era apropiado para preparar un montaje
teatral: una casa particular, o un escenario en la calle. Además, durante la
festividad del Corpus se representaban en la calle, en carros, los autos
sacramentales
CURIOSIDADES
Algunas
de las figuras más características de los corrales eran:
•Los
mosqueteros: Los mosqueteros a que nos referimos eran unos grupos de hombres
formados por artesanos, comerciantes y muchos otros de diversos oficios, que
provistos de objetos sonoros, como carracas, pitos y buenas gargantas, decidían
si una comedia debía ser aceptada o por el contrario se la consideraba indigna,
con sus muestras entusiásticas o desaprobatorias, y por lo tanto cuando ellos
le negaban el «placet», el autor y sus papeles debían ser enviados al cesto de
la basura. Los que llevaban la voz cantante en estos escándalos eran el gremio
de zapateros.
• El
mantenedor del Orden. Mozo recio del lugar que, provisto de un buen garrote,
templaba los ánimos de todos aquellos que se exaltaban.
•El
apretador o desahuecador. Todo el que entraba en el teatro tenía derecho a
sentarse y de hacer sitio se ocupaban los apretadores. Cuando entraban en la
cazuela para "arrejuntar" a las mujeres, se armaba un gran escándalo.
•Aunque
te pueda parecer mentira, por los teatros madrileños circulaban los llamados
poetas duendes o memorillas. Personajes (espías/piratas literarios) que se
aprendían de memoria las obras, las dictaba al salir (con disparates enormes) y
las vendía. Eran una pesadilla para los autores, como los que ahora graban las
películas en el cine y luego las cuelgan en Internet.
En los
corrales de comedias no había lavabos y las condiciones higiénicas no eran las
más adecuadas. Con la llegada, a mediados del siglo XVIII, de distintos
gobiernos ilustrados se empiezan a prohibir las representaciones en estos
locales. La falta de higiene, el riesgo de incendio, los desórdenes... A esto
hay que añadir el desarrollo de una burguesía que no quiere asistir a las
comedias en espacios incómodos y la aparición de espectáculos como la ópera que
requieren de espacios cerrados con un tratamiento acústico específico.
LAS CRÍTICAS
La
Iglesia y los moralistas llegaron a calificar al teatro como un vicio
perjudicial. Entre sus argumentos estaban:
•que
los asistentes humildes gastaban lo que no debían y desatendían sus
obligaciones familiares
•que
las "honradas e inocentes doncellas" ponían en peligro su virginidad
al exponerse a la vista de los hombres en la cazuela
•que
los jóvenes “olvidan sus estudios y demás obligaciones para seguir las
novedades del mundo de los cómicos"; de hecho, en las ciudades
universitarias estaba prohibido representar entre semana para que los
estudiantes no se distrajeran.
•que
"las "inocentes criadas" acaban pervirtiendo sus costumbres
•que
las mujeres sólo se fijaban en los trajes de los cómicos y las cómicas
LOPE DE VEGA (1562, Madrid-1635, Madrid)
Amigo
de Quevedo y de Juan Ruiz de Alarcón, enemistado con Góngora y envidiado por
Cervantes.
Lope
Félix de Vega y Carpio nació en Madrid en 1562. A los diecisiete años se
enamoró de la actriz Elena Osorio,
la Filis de sus poemas en esa época.
Al abandonarle su amada, hizo correr por Madrid unos versos ofensivos para ella
y su familia, que le valieron un proceso y una pena de destierro en 1588. Tres
meses después, en mayo, se casó por poderes con Isabel de Urbina (Belisa en
su obra) tras raptarla. En 1595 volvió a Madrid y tuvo varias relaciones: de
1596 a 1608 estuvo con Micaela Luján
(Camila Lucinda en sus obras), quien
le dio cinco hijos.
A
pesar de esta relación con Micaela, el 25 de abril de 1598 contrajo matrimonio
con Juana de Guardo, mujer
extraordinariamente vulgar, de la que nacerán tres hijos más. Esos primeros
años del siglo XVII nos presentan a un Lope
que nos sigue asombrando por su desmesura: amores, a veces desgraciados y
siempre difíciles, se d con una incesante producción literaria y teatral.
En
1609 publicó el poema Arte nuevo de
hacer comedias, en el que explicaba su concepción del teatro y que se va
convertir en el canon del teatro español de esa época: ruptura con los
preceptos del teatro clasicista, mezcla de lo trágico y lo cómico, variedad de
estilo dentro del decoro poético, versos y estrofas variadas, e intercalación
de elementos líricos. En 1612 muere su hijo preferido, Carlos Félix, y un año
después su mujer, Juana de Guardo.
Lope
sufrió una gran crisis emocional y en 1614 se ordenó sacerdote. Los actores y
el público seguían asediándole para que continuara escribiendo comedias y eso
hizo, al mismo tiempo que volvía a caer en amoríos. En 1616 conoció a Marta de
Nevares, muchacha de 26 años que a los trece se había casado contra su voluntad
con un mercader. Marta era guapa y estaba dotada para la música y la
literatura: fue la Amarilis y la Marcia Leonarda de sus poemas y novelas.
Hacia 1623 ella se quedó ciega y perdió la razón y Lope la cuidó hasta su
muerte.
El
pueblo lo adoraba. Para decir que algo era excepcional, se decía “Es de Lope”.
Un discípulo suyo cuenta: “No hay casa de hombre curioso que no tenga un
retrato de él”. Y corría de boca en boca una oración irreverente que empezaba
así: “Creo en Lope de Vega, poeta del cielo y de la tierra…”
Miguel
de Cervantes lo llamó “Monstruo de la Naturaleza” por su excepcional manera de
vivir y de crear. Su vida estuvo llena de glorias y miserias, pasiones humanas
y divinas. Esa intensidad en su vida no estuvo reñida con la intensidad
literaria.
OBRA LITERARIA
Cultivó
todos los géneros vigentes en su tiempo, dando además forma a la comedia.
Escribió unas 1.500 obras teatrales, muchas de ellas perdidas (sólo se
conservan unas 350), entre las que se encuentran auténticas joyas de la
literatura universal como El comendador de Ocaña, El
caballero de Olmedo, El villano en
su rincón, El castigo sin venganza,
La dama boba o El perro del hortelano. Escribió también novelas pastoriles,
binzantinas (nunca picaresca), etc., pero su gran novela es La
Dorotea (1632), en la que un Lope septuagenario rememora sus amores
casi adolescentes con Elena Osorio y cuya estructura es la de La Celestina en
un claro homenaje a Fernando de Rojas.
PRINCIPALES OBRAS DRAMÁTICAS DE LOPE DE
VEGA
● Comedias de historia y leyenda española:
Fuenteovejuna, El caballero de Olmedo,
Peribáñez y el comendador de Ocaña, “El mejor alcalde, el rey”.
● Comedias de asunto extranjero: El castigo sin venganza.
● Comedias de enredo (conflictos
amorosos) y capa y espada (amor pero
con múltiples conflictos): El perro del
hortelano, La dama boba, El villano en su rincón, Los melindres de Belisa.
● Comedias bíblicas y de santos: La buena guarda, La hermosa Ester, Lo
fingido verdadero
● Comedias mitológicas: Adonis y Venus, La fábula de Perseo.
● Tragedias: El caballero de Olmedo, El castigo sin venganza
● Teatro cortesano: El amor enamorado, La selva sin amor
De su
teatro se puede decir todo lo dicho sobre la comedia nacional, puesto que es él
quien sienta las bases. Es un teatro
conformista, que no afronta la realidad con una mirada crítica sino que es
una vía de escape, un camino para olvidar las miserias en que vive el pueblo.
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DE LA OBRA DE LOPE
● Temas y asuntos:
o El
amor, el honor, ideales religiosos y monárquicos.
o Defensa
de la corona y los nobles con apoyo del mundo rural honrado y honesto.
● Acción dramática:
o Ruptura
de las 3 unidades: lugar, tiempo y acción. Obras en 3 jornadas o tres actos:
Exposición, nudo y desenlace. Dinamismo
y vivacidad.
● Lenguaje y versificación:
o Polimetría
adaptada a situaciones y personajes. Refleja cambios de escena y temas.
● Popularismo:
o Sin
profundidad psicológica. Inclusión de composiciones lírica (muy del gusto del
público).
ARGUMENTOS DE SUS PRINCIPALES OBRAS
-FUENTE OVEJUNA
Su originalidad se debe
a la invención del personaje colectivo del pueblo, que acaba con la injusticia
del comendador por medio de la rebelión y el tiranicidio.
Esta obra tiene una
doble acción, la de la villa de fuente ovejuna y la de ciudad real.
-EL CABALLERO DEL
OLMEDO
Está basado en una
historia real, es de carácter trágico. El protagonista Don Alonso, presiente su
destino y se enfrenta a él con valor. La obra aprovecha el argumento de la
celestina, para conseguir el amor de Inés, una dama de medina, y evitar a su
novio Rodrigo y Alonso contrata a la alcahueta Fabia. Camino de Olmedo el
caballero se encuentra con su espectro y más tarde con un campesino que le
canta su muerte, y en efecto muere por un disparo que ordeno Rodrigo.
-PERIBAÑEZ Y EL
COMENDADOR DE OCAÑA
Este drama gira en
torno a un comendador, pero en este caso se enfrenta a Peribañez en un drama de
honor, Peribañez es un labrador rico y cristiano de ocaña.
-LA DAMA BOBA
Es una comedia de capa
y espada por su marco urbano y la abundancia de artificios cómicos, como por
ejemplo malentendidos y cartas leídas por gente que no eran sus destinatarios…
PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA (1600, Madrid-
1681, Madrid)
En su
juventud intervino en campañas militares. Disfrutó del máximo prestigio en la
brillante corte de Felipe IV y su nombre va asociado a la inauguración del
palacio del Buen Retiro de Madrid, en 1635, y a numerosas representaciones
teatrales palaciegas. El rey le honró otorgándole el hábito de Santiago y lo
puso al frente de los espectáculos palaciegos a partir de 1635. Tal vez a causa
de sus experiencias en la guerra, o por ciertas vicisitudes familiares y
personales, su carácter se fue haciendo cada vez más sombrío, de modo que
renunció al puesto palaciego y se ordenó sacerdote en 1651.
En
vida fue un autor respetado por todos y rara vez aparece mezclado en las
violentas polémicas literarias de sus compañeros de letras. Después de la
muerte de Lope de Vega, en 1635, fue reconocido como el dramaturgo más
importante de su época. Se encierra en un pesimismo radical y en una
desconsolada soledad, hasta que en 1651 fue ordenado sacerdote.
Dos
notas son importantes en su ideología: su carácter
sombrío, su hastío progresivo de la vida y su tendencia a vivir apartado y
su espíritu aristocrático. Eso
explica el pesimismo y la adhesión a valores tradicionales en su obra.
Las
obras de Calderón se dividen en:
(a) Dramas religiosos.
(b) Dramas de honor:
El
médico de su honra, El pintor de su deshonra, El alcalde de Zalamea, donde
un capitán rapta y fuerza a la hija de un rico labrador que acaba de ser
nombrado alcalde del pueblo. Éste hace detener al capitán y, como se niega a
reparar su ofensa con el matrimonio, lo hace ajusticiar. Un general ocupa el
pueblo de Zalamea con sus soldados y mantiene una dura controversia con el
alcalde, no porque considere que el capitán no merecía el castigo, sino porque
correspondía a él —el poder militar— aplicarlo. Finalmente el propio rey
aprueba la acción del alcalde.
(c) Dramas Filosóficos:
La
vida es sueño.
A este
tipo de obras se debe, sobre todo, la fama de Calderón.
En La
vida es sueño se plantea si el hombre es libre o está predestinado, si
nuestra vida es real o simplemente un sueño.
(d) Autos
sacramentales: Son dramas en verso. Calderón escribe más de 70.Crea autos
de gran belleza y calidad. Dotados de profundidad psicológica y teológica.
Lleva el género a la cima. Características:
o Un
solo acto.
o Asunto
alegórico: los personajes simbolizan virtudes, pasiones o conceptos abstractos.
o Exaltan
el sacramento de la Eucaristía.
o Se
representaban en la festividad del Corpus Cristi u otras fiestas religiosas.
o Escenografía
suntuosa, solemne, efectista
o Autos: Filosóficos y teológicos: El
gran teatro del mundo.
o Mitológicos,
basados en el Antiguo Testamento, en el Nuevo Testamento o
Histórico-legendarios
(e) Comedias de enredo
(al estilo de Lope): La dama duende, Casa con dos puertas mala es
de guardar.
CARACTERÍSTICAS DE LAS COMEDIAS CALDERONIANAS:
● Estructura:
o Construcción
más reflexiva y profunda con una estructura más lograda que Lope.
● Fondo
intelectual:
o Mayor
fondo intelectual e ideológico que domina sobre la acción y los hechos.
● Lenguaje
y versificación:
o Muy
elaborado y barroco.
● Personajes:
o De
gran fuerza, adquieren valor universal. Representan el carácter humano. Son
símbolos.
Calderón
será un autor muy valorado por románticos europeos. Goethe consideraba a
Calderón el gran genio del teatro. Schlegel llegó a afirmar que Calderón había
resuelto el enigma del universo en algunos de sus dramas. También algunos
románticos ingleses, como Shelley, vieron en Calderón al poeta dramático y
lírico más grande. Teatro de gran fuerza dramática y profundo sentido. Trata
los sentimientos más importantes de la España del XVII:
● La
religiosidad.
● La
monarquía.
● El
honor.
LA
VIDA ES SUEÑO
Esta historia trata sobre
un rey llamado Basilio. Este rey iba a tener un hijo. Pero cuando lo tuvo un
hado le dijo que ese hijo iba a traer el desastre al reino. En efecto, nada más
nacer la madre muere, y el rey, asustado manda a su hijo a una torre escondida
entre montañas donde nadie supiera que él está. Sólo Clotaldo, su ayo, conoce
de su paradero.
Habiéndose quedado Basilio
sin descendientes varones, decide hacer un pacto de matrimonio entre la infanta
Estrella (de su corte) y Astolfo, duque de Moscovia, para que de esta forma,
alguien pudiera subir al trono.
Pero Basilio reflexiona
sobre Segismundo y decide devolverlo a palacio para ver lo que sucede y este se
muestra violento y desconsiderado con nobles, damas, criados, e incluso con su
padre, el cual le devuelve a la torre donde Clotaldo le convence de que todo lo
sucedido había sido un sueño. Segismundo llega a conclusiones sobre la vida y
los sueños.
La acción de Basilio hace
que el Pueblo y los soldados descubran a Segismundo y le apoyen y van a
rescatarlo a la torre. Cuando llegan donde el rey, este se pone a sus pies y
Segismundo es bueno con él. Decide actuar bien ya que si es un sueño, más tarde
tendrá remordimientos. Llega a la conclusión de que nunca sabrá si lo que está
viviendo es sueño o realidad. Y así acaba, pero durante la historia hay
enamoramientos, los cuales al final quedan emparejados: Segismundo con
Estrella, y Astolfo con Rosana.
EL
ALCALDE ZALAMEA
La obra narra el drama
vivido en la localidad extremeña de Zalamea de la Serena al pasar las tropas
españolas con motivo de la guerra de Portugal. El capitán Don Álvaro de Ataide,
personaje de extracción nobiliaria es alojado en la casa del labrador rico de
la localidad, Pedro Crespo, a cuya hermosa hija Isabel roba y ultraja. Cuando
Pedro Crespo intenta remediar la situación, ofrece bienes a Don Álvaro para que
se case con Isabel, a la que rechaza Don Álvaro por ser villana, es decir de
clase inferior. Este desprecio afrenta definitivamente el honor de toda la
familia de Pedro Crespo. En pleno trauma familiar, es elegido Alcalde de
Zalamea y siguiendo una querella cursada a la justicia por la ultrajada Isabel,
aún sin poseer jurisdicción sobre el militar, Pedro Crespo prende, juzga y hace
ajusticiar a Don Álvaro dándole garrote. La trama se resuelve, cuando el Rey
Don Felipe II, revisa la decisión del Alcalde, la ratifica y premia su decisión
nombrando a Pedro Crespo alcalde perpetuo de Zalamea.
Lope de Vega vs. Calderón de la Barca
Podríamos
decir que la obra de Calderón es una creación más reflexiva. Sus personajes son
menos vivos, más esquemáticos que en Lope. Debido, quizás, a la diferencia de
temperamento de ambos autores, Lope de Vega supo hacer un teatro más natural y
“fresco”.
En
cambio, en lo que sí superó a Lope fue en la puesta en escena. Calderón fue un
apasionado de la técnica escénica y alcanzó un virtuosismo notable. Supo aprovechar
las tramoyas y máquinas procedentes de Italia, mientras que en Lope vemos
cierta austeridad en la escenificación.
En
cuanto al lenguaje, Lope de Vega destacó por la naturalidad, mientras que
Calderón acudió por igual a las sutilezas conceptistas que a la ornamentación
culterana.
TIRSO DE MOLINA (1583-1648)
Gabriel
Téllez (Madrid, 1579-Almazán, Soria, 1648), conocido en el mundo literario con
el pseudónimo de Tirso de Molina, tuvo una andadura vital, a diferencia de Lope
de Vega, con pocos sobresaltos y estridencias. De origen humilde ingresó de
joven en el convento madrileño de la Merced para profesar un año después en el
de Guadalajara. A partir de este momento su vida irá ligada a los designios de
sus superiores, cuyos dictados Tirso cumplió siempre con dignidad y obediencia.
Recorrió un buen número de conventos mercedarios (Guadalajara, Toledo, Soria,
Segovia, Sevilla, Trujillo, Cuenca, etc.) ocupando el cargo de comendador en
alguno de ellos. Junto con Madrid fue Toledo la ciudad preferida de Tirso.
En la
ciudad del Tajo, al principio de la segunda década del siglo XVII, pasó nuestro
escritor una de sus épocas más felices: entregado a su vocación religiosa, a la
lectura, a la producción teatral, a la enseñanza y al trato con los amigos. En
esta ciudad se encuentra cuando es seleccionado para una misión pastoral en la isla
caribeña de Santo Domingo (1616-1618). De este modo, Tirso es uno de los pocos
escritores barrocos que tuvo la oportunidad de conocer de cerca la realidad del
Nuevo Mundo. A ella se referirá en algunas de sus comedias, sobre todo, en la Trilogía de los Pizarro (1626-1629) y en
la Historia general de la Orden de la
Merced (1639), obra que Tirso escribe en su condición de cronista general
de la Orden.
El
único suceso grave en esta biografía sin estridencias ocurre en 1625 cuando la
Junta de Reformación de las costumbres ataca al mercedario por dedicarse a
escribir «comedias profanas y de malos incentivos». Ello obliga a Tirso a
trasladarse fuera de la corte, en concreto a Sevilla. Años después (1627-1636)
aparecen, hasta un total de cinco, los sucesivos tomos o partes que recogían el
grueso de su producción teatral, así como su miscelánea de carácter religioso Deleytar aprovechando (1635), de
estructura parecida a su gran miscelánea profana los Cigarrales de Toledo (1624).
Tal
vez afectado por el episodio de la Junta de Reformación y por las presiones
recibidas dentro de la Orden, Tirso abandona lentamente la producción de
comedias y textos profanos. Sus últimos años los pasa como comendador del
convento de Soria. Y a principios de 1648 cae enfermo en el convento soriano de
Almazán. Fallece hacia el 20 de febrero, y recibe sepultura en la capilla de
enterramiento de los frailes.
CARACTERÍSTICAS DE SU OBRA
Tirso
siguió el modelo lopesco y defendió la comedia nueva, a la que incorporó
elementos intelectuales y de penetración psicológica.
En sus
dramas tiene especial relevancia la preocupación por la condición femenina: sus
mujeres además del valor, audacia y decisión que poseen las damas de Lope, se caracterizan por su notoria
inteligencia.
Se
considera a Tirso uno de los maestros de la Comedia de enredo y creador de
personajes memorables. En sus obras se observa un alto grado de crítica
política hacia el gobierno y hacia la corrupción de la corte.
EL
BURLADOR DE SEVILLA
De
autoría controvertida (se ha atribuido a otros dramaturgos además de a Tirso),
El burlador de Sevilla constituye la primera aparición del personaje de Don
Juan, mito que generará una larguísima descendencia en la literatura española y
universal (Espronceda, Zorrilla, Valle-Inclán, Molière, Lord Byron…)
Temáticamente,
este drama de Tirso de Molina se estructura en dos tiempos:
● Los
engaños de Don Juan Tenorio (cuatro mujeres burladas: dos nobles y dos
plebeyas)
● Los
episodios correspondientes a estos dos aspectos del drama:
o Doble
invitación. La de Don Juan a la estatua funeraria del comendador para cenar, y
a la estatua también para cenar otro día en su capilla.
o Castigo.
Al acudir a la cita, Don Juan escribe su condena, muere y se hunde en los
infiernos.
Don Juan
es el exponente de cierta clase de Hidalgos, jóvenes de buena familia con una
conducta moral relajada. En su afán de seducir, todo es válido: consciente de
que su conducta es delictiva, Don Juan desconoce la moral y la conciencia, y a
su placer sexual se une la vanidad de la burla, que no solo alcanza a las
mujeres, sino también a los personajes masculinos.
Aunque
la obra ataca la condición moral de España y a todas las clases sociales (desde
el Rey hasta el labriego), el blanco de su crítica es la nobleza.
Esto esta reconchudo. Perfectisimo amigo. Saludos desde Buenos Aires